Los celos más que una emoción pueden constituir un trastorno de personalidad ¡Cuidado!



Los celos son interpretados y definidos de diversas maneras y aunque parecen halagadores en algún momento de la relación, lo cierto es que responden a un comportamiento desadaptativo que incluso puede amenazar la estabilidad de la pareja y la integridad de los miembros de la misma.

Desde el punto de vista de la psicología, “los celos son una emoción compleja y negativa” y surgen ante una sospecha que bien puede ser real o imaginada, de una amenaza a perder una relación significativa. Los celos son una respuesta ante la amenaza de perder una relación que es considerada valiosa.

Al hablar de los celos como una emoción compleja, hacemos referencia a que no se trata de una emoción simple, sino que deben ser comprendidos como una experiencia emocional que se compone al menos de tres emociones básicas: La ira, la tristeza y el miedo (Sharpsteen, 1991), además de reacciones asociadas, que afectan la persona en sus dimensiones cognitiva, emocional y conductual.

Dada la tendencia del ser humano a la infidelidad, los celos actuarían como una señal de alarma y pueden constituir un mecanismo que tiene como finalidad conservar la relación con la pareja, no obstante, no se trata de un comportamiento adaptativo y por el contrario es el origen de diferentes formas de maltrato en la pareja. Revisemos a continuación los tipos de celos.

“Los celos sospechosos”  Como lo explicamos en la definición del concepto, la emoción surge como una sospecha que puede ser real o imaginaria, es este caso la amenaza es incierta, no hay certeza de que la persona está siendo engañada, sin embargo, quién lo padece, está convencido.  La emoción va acompañada de intensos sentimientos de inseguridad, ansiedad, temor, preocupación por el futuro de la relación y una serie de pensamientos obsesivos con la pareja y el posible rival. Los celos sospechosos se constituyen como el prototipo de celos (Parrot, 1991).

“Los celos consumados” En los celos consumados ya no hay sospecha, por el contrario, hay certeza de la triangulación de la relación, es decir de la presencia de una tercera persona en la relación.  A diferencia de los celos sospechosos en los celos consumados no hay ansiedad por el futuro de la relación, dado que es evidente el deterioro de la misma.

La emoción dependerá de donde la persona focaliza su atención, si es en la inminente pérdida de la relación, entonces se desencadenan todos los sentimientos inherentes a la ruptura; si es en la deslealtad y la traición, entonces el sentimiento que se desencadene será la ira; si es se centra en sus defectos o posible responsabilidad en el comportamiento desleal de su pareja entonces surgirá un sentimiento de culpabilidad y finalmente podrá sentir envidia o sentimientos de inferioridad si su atención se centra en la superioridad del rival.

“Los celos patológicos” Es el tipo de celos que mayor preocupación genera en la escala de clasificación, los celos patológicos pasan de ser una emoción negativa a convertirse en un trastorno mental, en el cual el individuo mantiene la convicción de que está siendo engañado. Al no existir motivos reales la creencia se torna patológica (Gelder, Gath y Mayou, 1989)

Para Tarrier, Beckett, Harwood, y Bishay (1990), los celos patológicos se definen como la condición en la que hay una sospecha sin fundamento acerca de la existencia de rivales emocionales o sexuales, acompañada de miedo a perder a la pareja, este intenso sentimiento de desconfianza es manifestado mediante respuestas cognitivas, afectivas y conductuales.

El trastorno se caracteriza por los pensamientos intrusivos y la sospecha de la fidelidad de la pareja, en la persona afectada aparecen con frecuencia pensamientos e imágenes sobre las supuestas acciones desleales de su pareja, esa es la afectación cognitiva, en la respuesta emocional se presentan intensos sentimientos de rabia, frustración, miedo, intolerancia, ira y en la dimensión comportamental, se dan las acusaciones verbales, los interrogatorios, se examinan la ropa y cosas personales del supuesto infiel, se le persigue, se viola su intimidad, algunos pueden llegar incluso a contratar detectives y a buscar pruebas de  la infidelidad.

De esta situación surgen situaciones mucho más complejas como el maltrato emocional y la violencia física hacia el miembro de la pareja que supuestamente es infiel, ocasionando en ambos integrantes de la pareja profundos sentimientos de baja autoestima y depresión, haciendo que la relación se torne enfermiza y la convivencia imposible.

En el siguiente apartado revisaremos el origen de los celos.

¿Qué origina los celos?

Las causas que originan los celos podrían ser las mismas para los diferentes tipos de celos, no obstante, la intensidad del sentimiento dependerá de la predominancia de ciertos factores que analizaremos a continuación:

La inseguridad

Los celos tienen su origen en una profunda inseguridad de la persona que los padece, no obstante, cuando la percepción de la amenaza es real, la inseguridad es más una consecuencia del comportamiento desleal de la pareja.

La inseguridad hace referencia a un sentimiento de inferioridad o desventaja que suele sentir la persona, un sentimiento que ha surgido en el vínculo afectivo que desarrolló en la niñez, generando en él un “estilo de apego inseguro” acostumbrado a no recibir atención y respuesta a sus necesidades emocionales, se configura en él un sentimiento de indefensión y miedo al abandono.

La persona insegura se considera a sí misma poco valiosa y piensa que no es lo suficientemente atractivo (a) o que no posee las cualidades necesarias para conservar una relación de pareja, lo que desencadena en él, un comportamiento controlador, obsesivo e hipervigilante. 

La inseguridad está estrechamente relacionada con una baja autoestima.

Tendencia a la personalidad paranoide

Aunque no necesariamente se configure en la persona el trastorno de personalidad paranoide, si puede tener una tendencia, de hecho, los celos patológicos son en sí mismos un trastorno afectivo de la personalidad

Este trastorno se manifiesta a través de una desconfianza permanente, originada en el temor a ser engañados y lastimados por otros, sienten que en cualquier momento pueden ser engañados o atacados, aunque no exista un fundamento real para creerlo. Por lo general son individuos predispuestos, sienten que otros los han herido en gran medida y de manera irreversible, dudan de la lealtad de todas las personas que les rodean incluida su pareja.

Una infidelidad previa

Otro factor detonante de los celos, puede ser haber vivido una experiencia previa de infidelidad que lleva a la persona a desconfiar.

Temor a la soledad y el miedo al abandono

Dos factores estrechamente relacionados con la falta de autoeficacia, es decir con la capacidad de sentirse a sí mismo capaz de enfrentar la vida y superar los retos que impone, sin la necesidad de tener una pareja.

Estos aspectos también están relacionados con la intensa necesidad de ser aprobados socialmente.

En líneas generales son estas las causas que originan los celos, a continuación, revisaremos brevemente algunas diferencias entre hombres y mujeres para experimentar los celos.

¿Hombres y mujeres experimentan los celos de la misma manera?

De acuerdo con los psicólogos evolucionistas, hombres y mujeres presentan diferencias a la hora de experimentar los celos y expresar la emoción. Para los hombres existe una mayor preocupación por una posible infidelidad sexual de su pareja, mientras para las mujeres la preocupación se concentra en una infidelidad emocional.

Esto explica por qué muchas mujeres pueden perdonar una infidelidad cuando comprueban que no hubo una conexión emocional entre su pareja y la otra persona, así mismo cuando el hombre es quién incurre en un comportamiento infiel es probable que deje su actual relación si ha logrado vincularse no solo en el plano sexual, sino también emocional con la otra persona.

Para los psicólogos evolucionistas existen una predisposición genética que marca la diferencia entre hombres y mujeres a la hora de sentir y expresar los celos, mientras que para otros investigadores del comportamiento humano como DeSteno y Salovey (1996) el origen de tales diferencias está en la influencia social y cultural, para estos autores la cultura determina los elementos generadores de celos y condiciona las respuestas esperadas ante la situación.

La mujer tiene una mayor disposición a expresar su emocionalidad, por tanto, la forma en que expresa la amenaza de pérdida de la relación será en gran parte emocional, lo que se expresa en comportamientos como llorar excesivamente, incluso buscará la manera de reestablecer la relación en el caso de que sus sospechas sean ciertas, evitando ante todo la confrontación. Por su parte, el hombre tiene una mayor tendencia y predominancia hacia la ira y la agresividad por lo que es probable que reaccione impulsivamente y con violencia, contra su pareja y de llegar a confirmar sus sospechas, incluso contra la persona que triangula la relación.

Finalmente, para Buss (1988) el hombre presenta en la mayoría de los casos a tratar de recuperar la atención de la mujer con regalos, pero también buscará la forma de coartar la libertad de su pareja y de restringir cualquier tipo de encuentro con la otra persona, por su parte la mujer intentará generar el mismo sentimiento en su pareja, produciéndole celos con otras personas.

¿Cómo manejar los celos?

Existen varias formas de intervenir esta emoción, en principio habrá que identificar si los celos son ocasionados por una amenaza real o imaginaria.

En el caso de que “la amenaza sea real”, el manejo se focaliza en el control y regulación de las emociones que produce la certeza de la infidelidad, así como en la elaboración de los sentimientos frustrantes y de dolor que genera la inminencia de la ruptura de la relación.

Cuando se trata de “celos patológicos” sin lugar a dudas es necesario que la persona acuda a un especialista de salud mental, por sí mismo será muy difícil que pueda controlar los síntomas y trabajar en las causas, justamente porque no comprende que es lo que origina su padecimiento.

Se ha demostrado que el enfoque cognitivo conductual es muy eficaz en el manejo de este trastorno.

Cuando los celos no son enfermizos, pero de cualquier manera generan un desequilibrio en la relación y especialmente en la persona, será necesario trabajar en varios aspectos.

-      “Fortalecer la confianza en sí misma”, trabajando específicamente en su autoestima.

-       “Trabajar en su autoeficacia”, en la medida en que la persona se siente competente para enfrentar la vida y resolver por sí misma los problemas, tendrá menos miedo al abandono y a la soledad, lo que la llevará a aceptar que eventualmente la relación puede terminar, pero que a pesar de ello su vida seguirá siendo funcional.

-       “Desmitificar el amor y las relaciones” gran parte de los problemas que surgen en la pareja, radican en las creencias que las personas tienen acerca del amor, como por ejemplo que el amor es para siempre, o que el amor todo lo puede, el problema surge cuando la persona se enfrenta a la realidad.

Aceptar que como el amor llega y se fortalece, también puede ocurrir que acabe y desde esa perspectiva, la sana aceptación de que la pareja puede enamorarse de otra persona y terminar la relación, podría ser un buen comienzo para minimizar los costes emocionales de la ruptura.

-   Comprender que el ser humano es multifacético” por lo que su vida está compuesta por diversas áreas, le ayudará a entender que la vida afectiva o la pareja son tan solo un área de su vida y le permitirán concentrar la energía adecuada y necesaria en su justa medida.

-      “Encontrar un sentido de vida” encontrar un propósito o sentido de vida, y desarrollar un verdadero proyecto que dé sentido a la existencia, ayudará a que la persona concentre positivamente sus energías.

-      “Elaborar situaciones pasadas” Si los celos son productos de experiencias negativas anteriores, será necesario elaborar todas esas emociones y sentimiento negativos para poder avanzar.

-     “Aprender a confiar”  Es lo más difícil para alguien inseguro, pero aprender a confiar a partir del amor propio, sintiéndose valioso, le ayudará a vivir la relación de pareja de una manera más satisfactoria. 


Identifica si tus celos se están convirtiendo en una emoción inmanejable y busca ayuda y si eres victima de una persona celosa, identifica las alarmas y aléjate si es necesario.

Este texto es de mi autoría pero los derechos de autor le pertenecen Edutin Academy y hacen parte del Curso de pareja

 


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