Tu controlas tus emociones y no ellas a ti


Muchos estudios han demostrado la gran conexión que existe entre la mente y el cuerpo. La incapacidad para canalizar de manera adecuada las emociones se traduce en enfermedades físicas, a las que en ocasiones los médicos no encuentran una sintomatología orgánica que las produzca. A esto se ha llamado en el argot médico, “somatizar”, que no es otra cosa que la expresión física del malestar psicológico. 
Emociones negativas como el rencor, la ira, los celos, la ansiedad y el estrés,la tristeza entre otras, pueden fácilmente traducirse en cefaleas, dolores de espalda, ulceras, taquicardias, trastornos del sueño e incluso enfermedades que comprometen la vida de la persona, como cánceres. 
Es probable que en muchas ocasiones las personas que padecen un trastorno de somatización no sean correctamente diagnosticadas, y terminan sometidas a otros tipos de curas y no al tratamiento psicológico o psiquiátrico que requieren.
Aprende en este artículo por qué somatizamos, y qué podemos hacer para canalizar de forma adecuada nuestras emociones:
Según la Enciclopedia de la Psicología (de la editorial Océano), existen algunos factores que predisponen a la persona a expresar sus dificultades psicosociales a través de síntomas somáticos, entre ellos, un rasgo de personalidad denominado afectividad negativa, que se caracteriza por una propensión a experimentar fácilmente ansiedad e insatisfacción personal; esto se da por la tendencia que tiene la persona a la introversión, al catastrofismo y al negativismo. Por otro lado, quien somatiza, de manera inconsciente, puede obtener algunas “ventajas”, ya que al ser tenido como enfermo puede librarse de algunas responsabilidades.

¿Cómo puedes canalizar tus emociones evitando enfermar físicamente?

Libérate de las emociones negativas. Debes hacer un ejercicio importante de identificación de esas emociones que pueden estar enfermando a tu cuerpo. Lo ideal es liberarse de ellas en la medida en que se presentan, porque lo que desencadena las somatizaciones es el hecho de acumularlas o mantener una misma emoción por mucho tiempo. El resentimiento, por ejemplo, es una de esas emociones malsanas para el ser humano; muchos lo alimentan día tras día al recordar el mal que alguien, con mala intención o no, les han causado.
El perdón es una de las técnicas más valiosas que encontrarás para deshacerte de ese sentimiento negativo que te atormenta, entonces se hace necesario comprender que independientemente de si el otro merece o no el perdón, quien saldrá más beneficiado serás tú; se trata de soltar una carga innecesaria que se lleva a cuestas. 
Aléjate de situaciones estresantes. Si reconoces que eres poco tolerante a situaciones de presión que te generan estrés, procura no exponerte con demasiada frecuencia a ellas, si no te es posible evitarlas de raíz, puedes recurrir a técnicas como controlar la emoción negativa que te genera la situación estresante a través de la respiración o ir un poco más alla y practicar algunas disciplinas como el yoga por ejemplo que te ayudan a canalizar correctamente todas las emociones negativas.
Reúnete con amigos y familiares. Evita el aislamiento y facilita la interacción con personas que te aprecian, que pueden escucharte y animarte en tus momentos de depresión. Hablar es una gran herramienta terapéutica para liberar y elaborar las emociones negativas, por el contrario al no expresar y sacar afuera de ti la emoción acumulas  materia prima para el resentimiento u otros sentimientos negativos que a la larga se exteriorizan pero no de la forma correcta.
Un nuevo estilo de vida. Te convendría modificar hábitos que pueden propiciar una mayor predisposición a enfermar y que no facilitan la liberación adecuada  de emociones; por ejemplo, el consumo desmedido de café, tranquilizantes o incluso el mismo sedentarismo. Practica algún deporte o actividad física, consume bebidas aromáticas tranquilizantes, duerme la cantidad de horas necesarias para recuperarte, aprende técnicas de relajación, practica el perdón.
El contacto con la naturaleza. Una caminata por el parque, escalar una montaña, nadar en un río, bañarse en una cascada; practicar estas y otras actividades que permiten el reencuentro con la naturaleza es liberador de sentimientos negativos, y produce no solo sensaciones de bienestar, sino pensamientos positivos y alegría de vivir.
Alimentar tu fe. Una vida espiritual que nos permita conectarnos con el Creador y descansar en él si nos sentimos atribulados, es altamente sanador.
Cuando no canalizas adecuadamente tus emociones, no solo enfermas tu cuerpo, si no que también enfermas tu entorno. tus relaciones afectivas se desgastan, puedes terminar hiriendo a otros en un momento intenso de estrés o de ira. Aprende a sacar de ti la emoción de forma correcta y si consideras que es necesario acudir a un especialista de la salud mental para que te oriente en el proceso hazlo, pero no te consumas, recuerda tu controlas tus emociones y no ellas a ti.
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Artículo de mi autoría publicado originalmente en familias.com Las emociones enferman mi cuerpo ¿Que hacer para evitarlo?


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