La inteligencia emocional, un camino hacia el mejoramiento de nuestras relaciones afectivas


Nadie esta completamente preparado para enfrentar una situación limite y desbordante, pero conocerse así mismo y saber como canalizar correctamente sus emociones evitara que un enojo o cualquier otra emoción negativa, producto de una situación frustrante termine incluso con años de trabajo y esfuerzo.

Personalmente siempre me he cuestionado acerca de la educación tradicional, que le da mayor valor a  enseñar un cumulo de conocimientos sin practicidad alguna, valorando más el coeficiente intelectual de los estudiantes y su capacidad de memorizar, que su capacidad de análisis o de interrelacionarse adecuadamente con los demás. Apesar de los esfuerzos de muchos investigadores y estudiosos del tema de las habilidades sociales y las emociones aún hoy las escuelas y colegios no incluyen oficialmente entre sus asignaturas cátedras que le enseñen al niño y al adolescente a dominarse a si mismo a controlar y a canalizar correctamente sus emociones. El día que la inteligencia emocional sea una cátedra  obligatoria en la escuela, ese día el mundo cambiara, confío en que no sea demasiado tarde.

Para Daniel Goleman psicólogo estadounidense reconocido por su obra sobre la inteligencia emocional; el coeficiente intelectual no determina el destino de las personas. De acuerdo con Goleman,  muchas personas con un coeficiente intelectual alto fracasan en sus empresas, bien sean estas de tipo económico,  laboral o familiar en contraste con personas que tienen un coeficiente intelectual menor y triunfan glamorosamente gracias a su inteligencia emocional.

Definamos entonces el  termino,  el Dr. Goleman en su libro nos ilustra con la siguiente definición: 

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo, que tiene muy en cuenta los sentimientos y engloba hábilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Estos sentimientos configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión y el altruismo que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.

 Cuando no controlamos nuestras emociones

La falta de control de las emociones puede hacer que hasta las más sencilla interacción con otras personas se torne hostil y caótica. Personas que son incapaces de mantener un empleo o una relación afectiva a consecuencia de su pobre educación emocional, suelen estallar en ira o en cólera ante la más mínima contradicción. Son los mismos que hacen amargos los días de los demás tan solo porque a ellos las cosas no les están saliendo bien y no saben como canalizar adecuadamente toda esa frustración, dañando e hiriendo a otros con sus comentarios, actitudes e incluso acciones agresivas, que no en pocos casos terminan en desenlaces fatales. 

En mi concepto la falta de inteligencia emocional puede hacer que una persona que tiene razón en algo, la pierda, si no sabe expresar de manera adecuada sus emociones y sentimientos o si se deja llevar por ellos sin ningún control. 

Gritar, Llorar, interrumpir, golpear y romper cosas, agredir a otros verbal y físicamente, no reconocer sus errores o culpar a otros por sus acciones, la falta de habilidad en la toma de decisiones, en el trabajo en equipo, la soberbia, la arrogancia, la intolerancia son expresiones típicas de la persona poco inteligente emocionalmente.  

Características de las personas inteligentes emocionalmente


Una persona inteligente emocionalmente es aquella que tiene la habilidad para relacionarse con otros de manera asertiva y respetuosa. Que es capaz de dominar sus impulsos o controlar sus emociones, que no se desborda ante una situación difícil o agobiante. Obviamente es una persona que siente pero no se deja llevar por el sentimiento, que es capaz de transmitir un mensaje de forma serena y clara y jamas confunde la sinceridad con la imprudencia, la falta de cortesía o la mala educación. Esta persona sabe siempre reconocer el lugar y el momento oportuno para todo. Es empatica por naturaleza es decir tiene la capacidad de comprender y entender los sentimientos del otro. 

La persona inteligente emocionalmente no impone su punto de vista, ni espera que todos estén de acuerdo con él, tampoco se frustra por ello. Es honesto, es prudente, es amable con los sentimientos de los demás. En situaciones de estrés extremo suele relajar el ambiente con sencillos comentarios positivos o poniendo un poco de humor a la situación. Es un gran negociador, conciliador y tiene alta capacidad para la resolución de problemas. Es optimista frente a la vida, procura no criticar, evita las quejas y siempre sabe agradecer.

De ninguna manera una persona emocionalmente inteligente es perfecta, es tan humana como cualquiera pero ha desarrollado habilidades de tipo social y emocional que le permiten estar en un nivel más elevado que aquellos que ni siquiera son conscientes de sus emociones y que no saben como gestionarlas.

Como convertirse en una persona inteligente emocionalmente

Como lo menciona el Dr. Goleman en su libro, algunas personas poseen esa capacidad de relacionarse asertivamente casi que de forma innata, sin embargo también menciona que es perfectamente posible entrenar las emociones y llegar a ser esa persona estupenda capaz de relacionarse con otros y alcanzar el éxito en todas los proyectos que se proponga.

El Dr. Goleman cita un modelo de el Dr. Peter Salovey un psicólogo de Yale, en el cual menciona las formas en que se puede aplicar inteligencia a nuestras emociones y es el siguiente:

1. Conocer las propias emociones, la conciencia de uno mismo, el reconocer el sentimiento mientras ocurre es la clave de la inteligencia emocional. De acuerdo con el Dr. Goleman:

La incapacidad de advertir (darnos cuenta) de nuestros propios sentimientos, nos deja a merced de los mismos. Las personas que tienen una mayor certidumbre con respecto a sus sentimientos son mejores guías de su vida y tienen una noción más segura de lo que sienten realmente con respecto a las decisiones personales, desde con quién casarse hasta que trabajo aceptar.

2. Manejar las emociones, Es la capacidad de serenarse, de librarse de la irritabilidad, la ansiedad y la melancolía excesivas. Las personas que carecen de esta capacidad, luchan constantemente contra lo sentimientos de aflicción, mientras aquellas que la tienen desarrolla pueden recuperarse con mayor rapidez de los reveses y trastornos de la vida.

3. La propia motivación, Ordenar las emociones al servicio de un objetivo es esencial para: Prestar atención, para la automotivación el dominio y la creatividad. El autodominio emocional (Postergar la gratificación y contener la impulsividad) sirve de base a toda clase de logros. Las personas que tienen la capacidad de automotivarse suelen ser mucho más productivas y eficaces en cualquier tarea que empredan.

4. Reconocer las emociones en los demás, La empatía, otra capacidad que se basa en la autoconciencia emocional, es la habilidad fundamental de las personas . Las personas que tienen empatia están mucho más adaptadas a las sutiles señales sociales que indican lo que otros necesitan o quieren.

5. Manejar las relaciones, El arte de las relaciones es en gran medida, la habilidad de manejar las emociones de los demás. Estas son las habilidades que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia interpersonal.

Para el Dr. Goleman las habilidades de las personas en cada una de estas esferas son diferentes; algunos por ejemplo pueden ser muy expertos para manejar su propia ansiedad, pero relativamente ineptos para aliviar los trastornos de otros. Considera que los errores en las habilidades emocionales pueden ser remediados.

El libro del Dr. Daniel Goleman La Inteligencia Emocional me daría para un sin fin de artículos, seguramente escribiré algunos más sobre este apasionante tema, por ahora queda este como una pequeña introducción que nos permita relacionarnos con el tema y empezar a reflexionar sobre su importancia en nuestra vida. Quiero invitarlos a leer también mi articulo Descubre una nueva forma de amar sin sufrimiento, en donde hablo del origen dependencia emocional que puede tener mucho que ver con esa carencia de habilidades para relacionarnos con los demás.

Me despido recordandoles que nunca es demasiado tarde para emprender un camino de sabiduría y crecimiento personal, que les permita relacionarse de manera empatica con los demás, logrando así que tus propósitos, proyectos y relaciones fluyan sorprendentemente. 



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